jueves, 7 de noviembre de 2013

Los Paisajes Vegetales


Paisajes vegetales atlántico

Estas formaciones vegetales pertenecen a la región biogeografica eurosiberiana con unas condiciones climáticas templadas oceánicas,que en altura se adaptan a una montaña fresca y húmeda.

Destaca el bosque de frondosas o caducifolio. Este paisaje se caracteriza por una escasa biodiversidad y un sotobosque muy umbrío. La densa cobertura de los arboles impide el paso de la luz,especialmente en los hayedos. Las dos especies más representativas son el roble y el haya.

Las formaciones de sustitución se desarrollan por degradación del bosque atlántico. Hay dos tipos de formaciones la landa y el prado.

La landa es una formación vegetal muy densa y con porte alto que aparece por desaparición del bosque, debido a su sobreexplotación o por incendios.

El prado se origina al deforestar el bosque con fines económicos para destinar la zona a pasto de ganado vacuno,tras la roturacion del bosque,abonado y sembrado.

Paisajes vegetales de la España mediterránea

Se distinguen las siguientes subzonas el interior, la costa mediterránea y la zona subdesértica del sureste,todas ellas en la Península y las islas Baleares.

La vegetación es esclerófila,muy bien adaptada a la sequía estival. Presentan diversos mecanismos: desarrollo de largas raíces para captar mejor el agua del sustrato, disponer de hojas preparadas para evitar la evaporización o su pequeño porte,revestimientos y espinas para evitar la transpiración.

Los bosques son encinares y alcornocales.

El encinar, con troncos gruesos y robustos, con amplias copas, es el árbol mediterráneo más característico y extendido. Se adapta a las condiciones climáticas adversas y a todo tipo de suelos.

El alcornoque es un árbol parecido a la encima pero con un tronco de corcho más grueso,hojas más claras y un follajes menos denso, que permite una mayor insolación del sotobosque. Sin embargo, es algo más exigente que la encina y tiene mala recuperación tras un incendio.

Paisajes vegetales de montaña

La vegetación de montaña está condicionada no sólo por la altitud, sino también por factores tan relevantes como la latitud ( región biogegráfica ) y la orientación que determinan una estratificación en pisos de vegetación (colino o basal, montano , subalpino , alpino , nival ) que configuran una cliserie , cuyo espesor y especies varían según las distintas montañas. La diferencia de altitud de las montañas hace variar la temperatura y pluviosidad en función de la cota. También es relevante la orientación de las laderas a solana o umbría.





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